¿Eres un lector de diapositivas?
El lector de diapositivas lee, lee, lee y sigue leyendo. Y cuando decimos que lee, no es una metáfora, dicta el texto que ha escrito en la diapositiva. El lector de diapositivas es tremendamente aburrido.
Si tú encajas en este perfil imaginamos que lo que te sucede es que te sientes muy inseguro/a defendiendo o comentando ideas en voz alta. Leyendo encuentras refugio en la pantalla y así tienes que mirar menos a tu audiencia. Por otro lado no te dejas nada en el tintero porque lo recitas al pie de la letra (el esfuerzo ya lo hiciste al ponerlo en blanco y negro).
Entendemos tus miedos, pero eso te hace muuuuuuy aburrido y no juega nada a tu favor. Piensa que al leer adoptamos una entonación de manual, porque en la escuela nos han enseñado a leer, pero no a ser locutores. Además, seguro que vas más rápido que cuando hablas, eres monocorde, el ritmo no lo marca el énfasis en las ideas y tu discurso está carente de intención y de puntos de vista. El nivel de energía de la sala es muy bajo y te quedas sin recursos para remontarlo.
No leas. Porque además eso te fuerza a estar mirando la pantalla absolutamente todo el tiempo y así te pierdes la reacción de tu público ante lo que estás contando, y sin ella estás fuera de juego.
No te vayas muy lejos y te seguiremos dando pistas.
Felices futuras presentaciones.